Pestosaaa :D has llegado ya a casa?? Seguro q te has qedado dormida en el bus, tontii!xD Un beso guapísima!Vale. Estaba claro que ese no era Álex, y por otro lado, me dejaba claro que era Pablo. Pero no tenía ningún sentido que fuera él. Ni siquiera le había dado mi número. ¿Quién lo habría hecho? Finalmente, le contesté sin más demora.
Eyy, piojoso, qien te ha chivado que me he qedado frita?xDD #graciosillaOn No, no he llegad aún!:S oye, qien te ha dado mi número?xDD Un beso:)Al enviarlo, reposé mi espalda en el asiento y tumbé mi cabeza hacia atrás. Me iba a explotar. Y me quedé aqí, pensando en Pablo, en lo extraño de la situación durante todo el día, y él mensaje. Era, cuanto menos, raro. Y, por otro lado, Álex seguía sin dar señales de vida. No me contestaba al sms, y eso me estaba molestando.
Intenté pensar en cosas normales. Como que estaba en clase, estudiando o que no se había enterado. Pero de pronto, unas imágenes de unas tipas feas y provocativas, tipas universitarias que se besaban con Álex, asaltaban en mis pensamientos. Y realmente no sé por qué me vinieron de pronto estas inseguridades. Álex no me daba motivos. Pero yo era así, siempre me ponía en lo peor.Como consecuencia, me puse nerviosa y empecé a darle toques. Uno. Dos. Y hasta tres toques seguidos le di. Hasta que, al cabo de cinco minutos volvía a escuchar el sonido de mi móvil. Era un mensaje. Crucé los dedos para que fuera de Álex esta vez. Saqué el móvil y lo desbloqueé. Abrí el mensaje. Era de Pablo. Y de nuevo las imagenes de chicas explosivas que se besaban con Álex asaltaron mi mente.
Bueno, digamos q soy adivino ;) y por eso tngo tu numero y además, sé q te qedaste dormida!!xDD avísame cuand llegues no? qiero preguntarte 1cosa del examen de historia! Un beso enorme!Le di un toque en señal de que lo había recibido y volvía a apoyar mi cabeza en el asiento con un gesto de pesadumbrez. Sinceramente, estaba preocupada por Álex. Ahora él ocupaba todos mis pensamientos, y tenía miedo de que todos los momentos que me dedicaba cada día se desvanecieran de pronto en un abismo oscuro. Tenía miedo. De algún modo presentía que algo no iba bien. Lo presentía.
Pulsé el botón de "Stop" y el autobús paró en la parada sieguiente y me bajé allí. Donde volví a cojer otro bús, y con éste, el último. Me senté, esta vez en uno de los asientos de delante, junto con un chico de mi edad. Era alto, moreno, y cejijunto. Llevaba unos cascos en las orejas y parecía escuchar música. Me senté a su lado, pero él ni siquiera me miró. Siguió leyendo unos papeles que parecían de física. No sé cómo podía estudiar y escuchar música a la vez. Busqué en el bolsillo pequeño de mi mochila y busqué los cascos. Escucharía música, a ver si así se me pasaba el dolor de cabeza. Abrí el reproductor de mi MP3 rosa y busqué en mi lista de reproducción una que me apeteciera escuchar. Y de pronto apareció ante mis ojos "Miedo" de Pablo Alborán. Y le di al play. Parece una estupidez, pero a veces parece que las canciones salen a nuestro encuentro cuando más las necesitas. Esa canción expresaba justo lo que sentía ahora. Miedo. Miedo de querer a Álex y que él ya no quiera volver a verme. De que justo cuando le he dicho que lo quiero, desaparezca de mi vida sin dar explicaciones, como la última vez.
"Y es que tengo mieeedo, miedo de quererte y que no quieras volver a verme..."
Me concentré en escuchar su voz, su majestuosa voz, y me limité a tararearla en mi interior. Y cuando más entusiasmada estaba con la música, escuché el sonido de un mensaje en mi mi móvil. Lo tenía en el bolsillo del pantalón. Lo saqué y leí:
Lo siento princesa, tenía el mvl en casa y acabo de llegar. Esta tarde? Uhmmm, creo q no puedo, tngo q hacer un trabajo con ls de clase. Te llamo luego, vale?? :D Qué pases buena tarde!^^ Te quiero mi amor!:)Un suspiro de alivio salió expulsado por mi boca. Se lo había dejado en casa. Entonces, ¿por qué mi corazón seguía acelerado? No me convencía. Un trabajo. Nunca hasta ahora me había hablado de ese trabajo. Intenté tranquilizarme y olvidar todas esas paranoias que me estaban agobiando. Eran absurdas. Álex no me podía hacer eso que yo pensaba. O al menos, eso espero...
Finalmen, llegué a casa y me tumbé en el sofá. No había nadie. Mis padres estaban trabajando y mis hermanos también. No habría nadie hasta las diez. Sola para estudiar y repasar para el examen. Pues qué bien. Con este cacao no me iba a enterar de nada.
Me quedé frita en el sofá, y cuando me levanté sentí cómo me crujía el estómago. No había ni siquiera comido. Fui a la cocina y me puse el plato de comida en el microondas. Arroz. Pues tampoco es que fuera a comer mucho. Miré el reloj que coronaba la pared principal de la habitación y me sorprendí al comprobar que ya eran más de las cinco. A saber cuánto había dormido. Comí a toda prisa, y mientras lo hacía, recordé que Pablo me había pedido que lo avisara. Se me ocurrió llamarlo a casa, pero no tenía su número. Así que cuando terminé de comer, le mandé un sms dándole el mío de casa para que me llamara y me preguntara lo que fuese.
No me contestó, y tampoco me llamó. Ya eran más de y media. Me senté en el sofá, encendía la tele y zappeé hasta que el teléfono sonó estruendósamente, asustándome.
-¿Sí?- dije asustada.
-Soy Pablo, ¿está Alicia?- su voz sonaba nerviosa, sentí cómo se le entrecortaba la respiración.Sonreí al imaginármelo.
-Sí, soy yo Pablo, ¿qué te pasaba?-dije dulce.