Vale, es verdad que me esperaba esa reacción por su parte, pero en cierto modo me molestó. Porque yo estaba viviendo un sueño del que no quería despertar, y al estar con ella mi sueño se deslucía. ¿Por qué no iba a poder tener yo mi propia historia romántica? ¿Por qué no podía ser verdad lo de Álex? Ni si quiera yo me lo creía. Ya estaba dudando.. :(
-Ehh...-ya volvía a titubear-Nada, ayer me llamó y quedamos. También vino Elisa. Como no salisteis ninguna se lo dije a ella y después se apuntó Álex con un amigo muy guapo...-seguía sin recordar su maldito nombre.
-Ya. Y, ¿ya está?- dijo Alba casi decepcionada. O tal vez era de forma burlesca, no lo sé. El caso es que volvió a conseguir que me sintiera tremendamente estúpida. Como una niñata que acaba de conocer a un chico y se cree que será el amor de su vida, entonces viene su mejor amiga y le abre los ojos. Pues no, no señor. Yo no estaba ciega. Me gustaba Álex, mucho. Pero no me iba a dejar engañar. Yo estaba haciendo las cosas a mi manera: despacito y sin prisa, comprobando mis sentimientos y los de él. Ya está. Tan dificil no era de comprender, ¿no? Porque todas parecían como locas y no conseguian entenderme. Aunque, para ser sincera, me esperaba esa reacción tanto de Alba como de Marta. Sí, ellas simplemente eran así. Las cosas tenían que tener un por qué para poder hacerlas, sino, no las hacían. Pero para mí era diferente, no necesitaba un motivo, simplemente me apetecía y lo hacía.
-¡Hola!- Vale. Lucía era mi única salvación, si ella no conseguía entenderme, estaba perdida: ¡no lo haría ninguna!-Cuéntame inmediatamente ese rollito que te traes de nuevo con Álex, ¿no?- dijo Lucía divertida. Sonreí. Al fin alguien que me empezaba a entender y que no se sorprendía tanto. Lo sabía, sabía que Lucía me comprendería. ;)
-¿Qué pasa?-gritó Marta desde el otro extremo de la calle mientras hacía un gesto extraño con la mano. Se acercó a nosotras y al escucharnos hablar me preguntó lo mismo que el resto- Oye, ¿nos va a contar ya eso o no?-dijo refiriéndose a lo de Álex, si es que podía llamarsele "eso" a nuestra "relación". Era absurdo, ni siquiera nos habíamos besado...
-Pues os lo voy a contar a todas, y no pienso soportar comentarios de los vuestros, me escuchais y después opinais. No quiero interrupciones, ¿vale?-dije casi divertida. Marta siempre solía interrumpirnos siempre que hablabamos con cualquier bobada de las suyas y nos molestaba bastante, pero resultaba gracioso desde fuera. Jajajaja.
-¡A sus ordenes mi capitán!-dijo Alba simpática poniendose la mano en la frente y haciendo ese gesto tan característico que suele acompañar a esa frase. Todas reimos al unísono de la broma, que había conseguido disipar la tensión del momento.
-Bueno va, que empiezo. A ver, ayer como me dejasteis plantada, pues salí con Eli, la que estaba en mi clase-todas asintieron-y cuando ya iba a salir de casa me llamó Álex y me dijo de quedar un día. Me preguntó qué planes tenía y tal y se lo conté. Así que se me ocurrió la magnífica idea de invitarlo con nosotras, yo que sé. No tengo la menor idea de por qué lo hice, la verdad. Pero me salió así, y me lo pasé muy bien. Fuimos a Nervión a ver una peli y estuvo súper atento conmigo. Fue todo tan rápido y tan extraño que no me lo creo. Después nos llevó a todos a casa pero me dejó a mi para la última, y cuando estabamos en mi puerta, se paró y estuvimos charlando. Y de pronto se acercó hacia mí, me dijo que me había echado de menos y ¡ZAS! Me quiso besar.- e hice un inciso, porque sabía que no me dejarían seguir sin hacerme comentarios adelantando la jugada.
-¡¿No se lo darías no?!-Alba lo estaba flipando de lo lindo... jajaja Ilusa. Todavía no me conocía después de tanto tiempo. Empecé a reirme como una posesa y seguí contando.
-Pues la verdad es que ganas no me faltaron. Es taan guapo y huele tan bien que casi diría que te impnotiza con sus ojos y su olor, pero no. NO lo besé- y enfaticé este último "no" para que tuvieran claro que no lo hice- y lo mío me costó, pero no quiero arriesgarme esta vez.
-Ah, menos mal. Porque si no, te iba a tener que pegar- dijo Marta riéndose, pero sé que orgullosa de mí :)
-Bueno que sigo.
-Venga, vale- dijeron ellas.
-Pues nada, me fui a mi casa y esta mañana me ha propuesto quedar hoy otra vez por twitter-dije con una media sonrisa en la cara. No sabía como se lo iban a tomar.
-Lo hemos visto, guapa. ¡Twitter es muy chivato!-dijo Alba sonriendo.
-Pues eso, hemos quedado a las doce, pero no sé a donde vamos. Pero tranquilas, no vamos a ningún lugar oscuro, mamás!- y empecé a reirme mucho, a lo que ellas me siguieron.
Cuando terminé de contarlo, Marta y Alba se fueron un poco más adelante hasta la terraza que había cerca, por lo que me quedé con Lucía a solas, así que aproveché el momento para preguntarle lo que pensaba. Había estado muy callada, y eso me asustaba de alguna manera.
-Bueno, ¿y a tí qué te parece?- Ella pareció quedarse pensativa, como si estuviera buscando las palabras adecuadas para explicármelo. Como si estuviera a punto de decirme que tenía una bomba debajo de los pies y no supiera por donde empezar. De repente, habló.
-Bueno, sabes que siempre te apoyo en tus decisiones, sean las que sean, pero quiero que tengas mucho cuidado, ¿vale? Ese tal Álex te hizo mucho daño cuando empezó a pasar de tí, y no quiero que eso vuelva a ocurrir. Quiero que estés segura de lo que haces y que no te haga daño, pero creo que tú sabes lo que buscas y que no volverás a caer como una idiota.- posteriormente sonrió y me dio un abrazo de mejor amiga que me hizo sentir mucho mejor. La quería un montón. :D
Esa tarde me lo pasé muy bien con las chicas, nos reímos un montón. La verdad es que hacía bastante que no nos veíamos, así que nos pusimos al dia. Me dijeron que me echaban de menos en clase, y les conté que había hecho nuevos amigos. Pero a eso de las once y media yo ya no podía ocultar más los nervios. Estaba deseando verlo.
Álex me recogió con su coche a las doce, donde yo le había dicho. La gente nos miraba mucho, pero en ese momento todo me daba igual. Era tan feliz que casi rebosaba por los bordes :D
-Hola princesa, ¿qué tal?- y seguidamente me ofreció su cálida sonrisa que me invitaba a subir al coche.
-¡Hola!- y me subí al coche con una enorme sonrisa y sin decir nada más.
-¿Adónde te apetece ir?
-Ah, pues no sé. ¿Vamos a tomarnos un helado?-dije más feliz que una niña pequeña
.-Uhmmm... me gusta la idea.-y de este modo aceleró hasta llegar a la autovía. Había puesto música en el reproductor del coche. Me gustaba. Era música antigua pero me gustaba.
"When I see your face,There is not a thing that I would change.Cause you're amazing,Just the way you are..."Me encantaba esa canción, y me volvía loca cuando me miraba mientras la cantaba desentonando constantemente. ¿Me la estaba dedicando? Yo diría... ¡QUE SÍ! :D Debía de estar volando ahora mismo porque me sentía como en el cielo, así que me dejé llevar. Subí el volumen de la radio y empecé a cantar yo también mientras lo miraba de vez en cuando. Era tan guapo que casi dolía a la vista. No podía apartar la mirada de su cara, estaba completamente embobada...
Qué detalle, me había traído a mi heladeria favorita, ¿se acorrdaba o sería casualidad? ¿Significaba eso algo?
-Princesa, tu heladería favorita- dijo feliz mientras me miraba a los ojos.
-¿Cómo lo sabes?-dije con una sonrisa, aunque mis dudas se acababan de disipar en un instante.
-Tengo buena memoria...-sonó muy misterioso, pero me gustó.
Entramos y me pedí mi helado favorito: Nociolosa y Avellanas. Mmmmm... ¡qué rico!
Nos sentamos en una mesa y estuvimos hablando de todo un poco. Me contó cómo le iba en la carrera, y me preguntó por mi nuevo instituto. Lo típico. Pero era tan agradable estar con él que me lo hacía pasar genial. Dimos un romántico paseo por el centro, y luego me llevó a un pub muy chulo en el que estuvimos charlando hasta tarde. Yo estaba apoyada en su regazo mientras él me acariciaba el pelo con suavidad. Vale. Ahora sí que estaba en el cielo...
Yo escuchaba la música de fondo sin hacerle mucho caso mientras me dejaba llevar por Álex y sus enormes ojos verdes. Me acariciaba la mejilla, el cuello y el pelo a la vez mientras me contaba cosas de su vida.
-Cuando sea mayor me gustaría tener hijos. Un niño y una niña-dijo mientras reía.- Y a tí, ¿no te gustan los niños?
-Pues sí que me gustan, también quiero dos, pero yo dos mellizos. No sé, me hace ilusión tener mellizos.-dije ensimismada sin saber realmente lo que estaba diciendo.
-Pues tendremos los que tu quieras, princesa.-¿EH? ¿Pero qué estaba diciendo? Y debío notarseme en la cara lo que pensaba...Mi madre siempre me dice que soy como un libro abierto, que no puedo tener secretos-Era solo una broma jajajajaja-Noté cómo los músculos de mi cara se destensaron y me volvía a relajar mientras sentía los latidos de su corazón a través de su cuello. Tenía mi cabeza echada en su hombro y podía escucharlos. De pronto me incorporé en el sofá y me senté recta; de mientras, él me miraba todo el rato con una sonrisa inocente en los labios. Lo miré y entonces supe que lo que quería saber. Él se acercó hacia mí sin dejar de sonreir. Me sujetó por la cintura y me atrajo hacia sí, haciéndome perder un poco el equilibrio, y finalmente se acercó hasta mi oído para susurrarme algo muy bajito.
-Estás muy guapa esta noche, demasiado. Gracias por no odiarme después de todo.