A mi lado había una señora de mediana edad que acudía a trabajar, y ya iba pegada a su Iphone. Un poco más allá, se encontraba sentado un hombre trajeado con un maletín sobre sus rodillas, y justo a su lado, una anciana que me miraba descaradamente en busca de algo que no sé lo que es, sinceramente. Debía mirar las marcadas ojeras moradas que decoraban mi cara esta mañana. No lo sé, pero me molestó. Odio que me miren, pero no acostumbro a maquillarme para ir al instituto. Solo un poco de antiojeras, pero hoy no me había dado tiempo. Y no había dormido nada, por lo cual, tenía el doble.
Dos asientos más adelante, había una madre con su hijo que lloraba como si el mundo se acabara mañana. Y me estaba molestando muchísimo. Su llanto empezaba a retumbarme por los oídos como si fuera un trueno. ¡Uffff! Yo, es que, definitivamente odio los lunes. No hay un día peor en toda la semana. Además, el temita de Álex me rondaba por la cabeza desde por la mañana temprano. No se por qué, pero había algo que me inquietaba en todo esto. Seguía sin comprender esa actitud tan cariñosa y delicada conmigo, no era propio de él. Además, empezaba a molestarme tanto mimo. Pues si que odiaba los lunes sí, ya no sé ni lo que digo...
Pero es verdad que no me gustaba esa actitud suya. Me empalaga. Pero viniendo de él, me gusta. Y es absurdo, y además, soy consciente de que lo es. ¿Lo ves? Un lío que te cagas.
Me puse los cascos para escuchar la radio mientras llegaba al instituto y estuve recordando el finde. La verdad es que parecía que llevaba de finde un mes. Qué largo se me había hecho...
El viernes y el sábado fueron sobre ruedas, pero el domingo cargué todo lo que no hice en el resto del finde, es decir, me harté a hacer deberes y a estudiar. Ni siquiera salí a dar una vuelta. Tampoco hablé con Álex ni con mis amigas, y eso me agobiaba. Ahora otra semana más sin verlas. El finde que viene pasaré más tiempo con ellas, lo juro. Me lo juro a mí misma. No quiero pasar tanto tiempo con Álex, no me gusta pasar tanto tiempo con mi pareja, que después me termino cansando...
El bus se paró en seco. Era mi parada, y me había despistado con tanta tontería, así que esquivé a la gente como pude y salí pitando por la puerta de atrás y me bajé. Caminé unos diez minutos hasta que llegué al instituto. Esta vez no me molesté en desayunar: no tenía ni tiempo ni hambre. El viaje en autobus me había mareado, así que me limité a entrar por la puerta y subir las escaleras hasta la segunda planta rápidamente. Cuando llegué, me senté en mi sitio de siempre y me eché mi cabeza encima de la mesa mientras llegaban Ana y Claudia.
-¡Holaaaa!- era una voz masculina. Me resultó familiar, pero no me molesté en levantar mi cabeza. Pero casi me obligaron a hacerlo, porque algún maldito idiota me dio un pescozón en la cabeza.Estupendo. ¡Ahora sí que me dolía la cabezaaaaa! Levanté mi dolorida cabeza y miré a la persona que me había dado. Era Pablo. Sí, el guapo de Pablo. Me apetecía ser borde, pero sabía que no lo merecía y que no lo había hecho con otra intención que agradar-Eyy... vaya forma de dar los buenos días, ¿eh?- le dije mientras sonreía vagamente.
-¡Hay que estar espabilados, dormilona!-dijo mientras me revolvía mi pelo suelto- Has tenido un finde movidito, ¿no?-dijo de forma irónica mientras se sentaba en la mesa de detrás mía. Pues no se imaginaba este lo movidito que había sido mi finde, pero no dije nada, me limité a sonreir. En ese momento entró Claudia en clase y la saludé con la mano mientras iba avanzando por el pasillo hasta llegar a su sitio al lado mía. Estaba igual o peor que yo. Pues vaya un lunes que me esperaba...
-¿Otra que ha tenido un finde movidito? Joder como están las niñas...-dijo mientras reía como un loco. Realmente envidiaba su humor de un lunes por la mañana. Claudia se sentó en la silla, le pegó a Pablo en el brazo y apoyó su cara en la palma de sus manos sin decir nada más. Era extraño que Ana no hubiera llegado aún, la verdad. Casi siempre llegaba a tiempo, pero el profesor de lengua ya estaba entrando por la puerta y ella aún no había aparecido. Eso es que ya no venía. A saber lo que le pasaba. Se lo dije a Claudia.
-Pues seguro que está resacosa como nosotras, vete a saber. El sabado estuvimos haciendo bote hasta tarde, imagino que estará acostada, la muy vaga...-dijo medio sonriendo
-Seguro-dije poco convencida para luego ponerme a mirar al profe a ver lo que hacía.
A la hora del recreo salí con Claudia al patio y nos sentamos en un banco a esperar a que llegaran las demás. Claudia sacó su bocadillo y empezó a mordisquearlo, de mientras, yo le daba grades bocados a mi manzana roja sin ningún entusiasmo.
-¿Qué tal el finde?- dijo Claudia con el mismo entusiasmo con el que yo le daba los mordiscos a mi manzana.
-Bien, creo. Estoy...creo... creo que tengo novio.- dije en el mismo tono absurdo. Sin interés.
-¿Cómo? Esto se cuenta antes...-dijo ella super emocionada. Hasta más que yo diría. Pero es que yo estaba tan confundida con esta relación... que no tenía ni interés. Bueno, no era eso exctamente, claro. Pero me superaba.
-Ya. Es que no sabía cómo abordar el tema. Además, tenía pensado dejar el tema de lado aunque fuera por un momento. Me estoy volviendo loca. No entiendo nada.-dije algo triste.
-Explicame eso de que no entiendes nada.
-Pues eso, que este chico, Álex, es mi ex, ¿vale?- y este fue el comienzo de la historia que le conté a Claudia durante el recreo y prosiguió en clase a través de notitas en folios enteros. Ella me había dicho lo que yo ya sabía: que no eran más que miedos e imaginaciones mías. De todas formas tenía pensado dejar que el tiempo pasara y esperar a ver lo que se cocía. Al llegar a casa, me cambié de ropa y entré en tuenti antes de comer. Tenía tres comentarios, dos fotos etiquetadas y un mensaje privado. Primero abrí el mensaje, esperando encontrar algo de mis amigas, pero no era de ellas, si no de Álex.
Hola princesa!!! :D qué tal el día?? Espero que bien y que te estés acordando de mí tanto como yo de tí :) I miss U^^ Te quiero:)Pues estamos jodidos. Ya estoy mirando la pantalla como una imbécil. Es que es tan mono... Y me había dicho que me quería :) No sé por qué se me vino a la cabeza una canción de Alejandro Sanzs en la que decía "Qué fácil es decir te quiero cuando estamos solos... Lo dificil es decirlo cuando escuchan todos..."
¿Me diría también Álex que me quería delante de sus amigos? Seguro que no. Y seguro que no sería tan cariñoso conmigo. Bueno, es lo normal. Yo tampoco. No me gusta ser demasiado empalagosa en público. ¡Uff! Yo sola me estaba contradiciendo. Esto era una locura...Mejor no pensar.
He pensado en tí todo el tiempo. Todas esas 6 horas :) El día? Muy laaargo, la verdad!! xD I miss you so much! teeQ!Cuando terminé de comer me concentré en mis deberes y cuando terminé me puse a ver la tele. En ese mismo momento sonó mi móvil. Miré la pantalla para comprobar quién era. Álex, era Álex :D Descolgué inmediatamente.
-¡Holaaa!- dije efsivamente.
-Hola princesa. Pareces muy feliz.
-Bueno, ahora soy feliz.
-Ah, ¿si? Y eso, ¿por qué?
-Ummm... es posible que sea porque esté hablando con una persona especial...-dije mientras me reia como una tonta. El se rió también.
-Ali, ¿tienes algo que hacer ahora?
-Pues no, acabo de terminar los deberes.
-Pues me paso a recojerte dentro de diez minutos.
-¿A recojerme? ¿Para qué? ¿Adonde vamos a ir?
-Eso no te lo voy a decir, mi amor-sonaba misterioso, animado... ¿enamorado? Ojalá, porque lo estaba empezando a dar todo de mí, de mi corazón, de mi tiempo y de mi alma. Estaba empezando a encandilarme su mirada como aquella vez...
-Te recojo en diez minutos, no tardes.- y colgó. Así, sin más.